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Vibro-acabadoras compactas ganan espacio en obras urbanas

Modelos con mesas  cumplen con franjas por debajo de 2,5 m de ancho y pueden viabilizar proyectos contemplados por el recién-lanzado paquete del PAC 2

En junio de este año, Secretaría Nacional de Transporte y de la Movilidad Urbana (SeMob), vinculada al Ministerio de las Ciudades, abrió llamada pública para que estados y municipios presenten propuestas para recibir verbas del PAC 2 en áreas de pavimentación y calificación de vías urbanas. Dicha llamada es para proyectos con valor mínimo de R$ 3 millones, que serán evaluados y, se aceptados, inseridos en el paquete de R$ 5,8 mil millones destinado por el Programa de Aceleración del Crecimiento 2 (PAC 2) a ese tipo de obra. Delante de ese escenario, la utilización de tecnologías productivas y capaces de operar en sitios confinados como las vías urbanas tiende con ser una necesidad cada vez más real para contratantes y contratistas, abriendo oportunidades para fabricantes de máquinas como las vibro-acabadoras o pavimentadoras, como también son conocidas, de pequeño porte.

En ese sentido, empresas multinacionales como Bomag, Dynapac, Terex y Wirtgen ya presentan al mercado máquinas compactas que son capaces de pavimentar vías con menos de 2,5 m de ancho. “Bomag tiene un modelo con mesa específico para ese tipo de obra, cuyo ancho operacional varía de 1,4 m hasta 2,6 m, y puede llegar a 4 m con la instalación de extensores”, adelanta Rogério do Nascimento, gerente de ventas de la fabricante alemana en Brasil. Esa máquina, así como toda la línea de pavimentadoras de Bomag para Brasil – que incluye clases de equipos con capacidad de pavimentación de 200, 300, 600 y 800 t/h fue lanzada recientemente, durante la M&T Expo 2012, y tiene como ítem de serie el calentamiento eléctrico de la mesa vibratoria.

Juliano Gewehr, experto de productos de Wirtgen, explica que el calentamiento eléctrico es una función más segura y eficiente para las mesas de vibro-acabadoras. Él recuerda que la función de la mesa es no permitir la segregación del asfalto, por mantenerlo en la temperatura ideal para aplicación. “Hay dos tecnologías mucho utilizadas: la primera es el calentamiento vía  GLP gas líquido de petróleo, o gas de cocina, como es popularmente conocido”, dice. Con esa solución, además de que el calentamiento de la mesa es más lento y puede demorar hasta 30 min en operaciones en las regiones con baja temperatura climática, por ejemplo, existe también mayor riesgo a los operadores, como resultado de la posibilidad de vaciado de gas, explosiones, etc.

“Por otro lado, el calentamiento eléctrico de la mesa es más rápido y no ofrece los riesgos relatados con la utilización del GLP” compara Gewehr. Él subraya que dicha tecnología tiene como concepto la utilización de un calentador alimentado por generador de resistencia eléctrica acoplado al equipo.

En Brasil, Wirtgen ofrece vibro-acabadoras de pequeño porte con las dos tecnologías, siendo que los modelos GLP son de la marca Ciber y los de calentamiento eléctrico, de la marca alemana Vögele. “En la franja de operación de 2,5 m de ancho, ofrecemos un modelo de cada marca. El modelo de Ciber brinda apertura mínima de 1,7 m y el equipo de Vögele tiene apertura de la mesa en hasta 2,5 m sin extensores”, dice.

El ejecutivo afirma que esas máquinas, principalmente las de Vögele, han sido más solicitadas en el mercado brasileño para la realización de pavimentación en obras de reparo en carreteras. “Ellas son aplicadas principalmente en operaciones en las cuales perfiladoras pequeñas de pavimento en frío, de 1 a 2 m de ancho, efectúan la retirada de la capa asfáltica mientras da vibro-acabadora viene en un segundo momento pavimentando el mismo material reciclado”, explica.

Gewehr subraya que, además de las obras de recuperación de carreteras, dichas máquinas son cada vez más solicitadas para pavimentación de vías urbanas, en calles y callejuelas confinadas, donde máquinas mayores tienen dificultad de maniobra.

Con los ojos puestos en ese mercado, Terex también está trabajando en la comercialización de una línea específica, llamada Série 400.  Según Marcelo Ritter, gerente de producto del fabricante, los equipos tienen mesas con apertura mínima de 2,5 m, y pueden llegar a 4,5 m sin extensores. “Hay una versión equipada con cadenas de caucho para no dañar el pavimento, que también reduce la vibración durante su desplazamiento”, dice. “La versión de neumáticos tiene conjuntos delanteros de ruedas de acero fundido revestidas con caucho, mondadas en tándem y responsables por el direccionamiento del equipo”, complementa.

CONTRAPUNTO

En Vitoria, estado de Espírito Santo, el reportaje de M&T verificó de cerca la utilización de una vibro-acabadora de pequeño porte para la realización de pavimentaciones y operaciones tapa-agujeros resultantes del Programa de Saneamiento Básico Aguas Limpias, que hará con que la capital del estado sea la primera ciudad brasileña con alcantarillado 100% colectado y tratado.

En el sitio, los expertos de Odebrecht Infraestructura – constructora responsable por las obras – utilizaron una vibro-acabadora con capacidad de pavimentación de 30 t/h, como cuenta Danilo José Ribeiro, director de contrato de la empresa. Según él, a pesar de ser una de las menores velocidades configurables cuando se trata de vibro-acabadoras, aun así puede ser considerada alta para los proyectos de recuperación de vías donde fueron abiertas zanjas para instalación de redes de alcantarillado. “Para eso fue necesaria la movilización programada del equipo, para que fuera posible una serie de pavimentaciones en cada salida”, dice. “Pero, como los trabajos fueron realizados en una región de alta densidad demográfica, con tránsito intenso, no podíamos pavimentar diversos tramos de una sola vez, lo que requirió una movilización continua de la vibro-acabadora y elevó el costo operacional para niveles superiores a los proyectadas en las planillas de control”, relata el director, agregando que dicha característica inviabilizó la aplicación del equipo.

Sin embargo, el experto de Odebrecht subraya puntos positivos de la vibro-acabadora, principalmente en lo que se refiere à la calidad final del pavimento reconstituido: “Ella también proporcionó reducción de la retirada y recomposición del pavimento, reducción de la excavación, del terraplén y de la mano de obra, además de reducir los trastornos provocados a la comunidad del entorno, ya que fue reducido el tiempo de permanencia de la zanja abierta”, completa.

Como demuestra Danilo Ribeiro, racionalizar la productividad y la cantidad de pavimentación de las vibro-acabadoras con su costo operacional es una necesidad que debe ser estudiada caso a caso, cuando el tema es obra urbana. Para Luiz Lemos, gerente de negocios de Dynapac, la ecuación puede ser viable y, por eso, la empresa se está empeñando en la ampliación sistemática de ese mercado.

“En la última década, realizamos ventas de vibro-acabadoras solamente por oportunidad en Brasil, siendo la mayoría de máquinas con hasta 6,5 m de ancho de pavimentación, pero no dedicamos una fuerza intensiva de ventas”, revela. “Pero ahora estamos empeñados en revertir ese cuadro.”

Dynapac ofrece una línea de máquinas pequeños fabricadas en Alemania y en China, con modelos sobre cadenas y con ruedas. La serie sobre cadenas empieza con máquinas con capacidad de 300 t/h y sale equipada con mesas de 1,7 a 2,4 m de ancho. El modelo de neumáticos, por otro lado, con tracción en cuatro o seis ruedas, usa la misma configuración de mesa, pero produce hasta 250 t/h. “La principal diferencia entre una máquina con ruedas y otra sobre cadenas es la capacidad de tracción, necesaria para empujar el camión cargado con CAP (Cemento Asfáltico de Petroleo)” dice, explicando que, por ese motivo, la máquina de neumáticos tiene menor capacidad, a pesar de usar la misma mesa del modelo sobre cadenas.

CONCEPTO DE OPERACIÓN

La capacidad de tracción, a propósito, puede ser el ‘talón de Aquiles’ de las vibro-acabadoras de menor porte. “Máquinas pequeñas tienen motores pequeños, que ni siempre son suficientes para mover el camión”, dice Lemos.

Antes de avanzar en esa explanación, el experto recuerda el concepto de operación de la vibro-acabadora: en baja velocidad, ella toca en la rueda trasera del camión, que avanza en marcha atrás en velocidad totalmente programada hasta que ocurra el contacto. Pero, como dice Lemos, casi siempre eso no tiene éxito.

Por eso, la indicación estándar es dejarlo inmóvil y en ralentí. Tras el contacto, el camión sigue en ralentí para pavimentación en retas y pendientes, haciendo con que la vibro-acabadora sea el único propulsor del proceso. En subidas, puede ser necesario usar la fuerza de propulsión del camión, lo que demandará de los operadores una sincronía muy grande para que la pavimentadora y el camión se desplacen en la misma velocidad de avance.

Volviendo al escenario de retas y pendientes, el camión es empujado y descarga el CAP para que la pavimentadora pueda aplicarlo sobre la pista, en una velocidad constante y controlada. Cuando la máquina no tiene fuerza de tracción suficiente para empujar el camión, ocurren paros aleatorios, que resultan en imperfecciones en el pavimento.

Lemos evalúa que el dimensionamiento de los equipos de pavimentación, por lo tanto, debe considerar la capacidad de tracción de la vibro-acabadora y el porte del camión. Pero esa no es una ecuación simple y ella se vuelve aún más complicada en vías con tráfico intenso o en áreas urbanas. Eso porque, para asegurar la operación continuada de la vibro-acabadora, el material producido en la usina de asfalto debe ser suministrado en grandes volúmenes. “Como ejemplo, para alimentar continuamente una vibro-acabadora de pequeño porte, de 300 t/h, son necesarias dos usinas de asfalto que produzcan 150 t/h – volumen un poco superior al promedio de las usinas en operación en Brasil”, dice Lemos. Para transportar ese material, también es necesaria una serie de camiones, que deberán enfrentar todos los problemas de tráfico en las regiones urbanas hasta llegar al sitio de aplicación. “Por eso, cuanto mayor fuera el camión, mejor será el proceso, que exigirá menos viajes para transportar el material hasta el frente de servicio”, dice, explicando cuánto dicha configuración dificulta la utilización de pavimentadoras en las ciudades. “Aun considerando la buena velocidad de pavimentación, una vibro-acabadora de pequeño porte puede no tener potencia suficiente para mover el camión de grande porte.”

Lemos evalúa que esa adecuación es conceptual y puede ser hecha en la medida en que las usinas de asfalto sean dimensionadas para atender a los proyectos de pavimentación y, también, cuando el proceso fuera planeado para ocurrir en periodos de tráfico menos intenso. “Es el caso de la recuperación de Rodovia dos Bandeirantes, en São Paulo, realizada por la noche”, dice.

La pavimentación en periodo nocturno tiene un problema climático: como la noche es más fría, el asfalto enfría más rápidamente. Sin embargo, la diferencia del tiempo de viaje desde la usina hacia el sitio de aplicación compensa esa pérdida. Para situaciones extremas, Lemos recuerda que también hay tecnología específica, como es el caso de los camiones equipados con tanques de calentamiento del asfalto, una solución todavía poco utilizada en Brasil debido al alto costo de adquisición del implemento.

En el extranjero, recuerda el ejecutivo, previendo dichas dificultades, ya son aplicadas técnicas avanzadas, como los alimentadores de asfalto (finder). Esa solución es acoplada a la vibro-acabadora y los camiones descargan el material directamente sobre ella. La ventaja es que esa máquina tiene capacidad de almacenamiento superior a la de los camiones, que pueden bascular el CAP en el finder y seguir viaje para recoger una nueva carga. “Ya sea para acoplar al camión o al finder, las pavimentadoras más modernas son dotadas de un conjunto de rodillos, que reducen el impacto durante el acoplamiento, evitando choques que también producen imperfecciones en el pavimento”, subraya Lemos.

TECNOLOGÍAS DE NIVELACIÓN

La calidad de la pavimentación realizada por vibro-acabadoras no es dependiente solamente de los requisitos logísticos. Las vibro-acabadoras más modernas son equipadas con tecnologías capaces de asegurar la calidad del pavimento en diversos niveles de angulación, considerando caimiento y otras variables. “El sistema de nivelación es optativo y sirve tanto para máquinas grandes cuanto para las compactas”, dice Juliano Gewehr, de Wirtgen.

Marcelo Ritter, de Terex, por su vez, relata que los sistemas de control electrónico por sensor de nivelación refina la calidad de pavimentación de las vibro-acabadoras. En el caso de las máquinas de Terex, la tecnología actúa de manera automática en el control de la nivelación, a través de un vástago mecánico que se mantiene en contacto con el suelo o de un guía por cable de acero o esquí.

Ese material emite una señal eléctrica, comparando la distancia solicitada con la medida por la señal. “También ofrecemos esquí en aluminio con zapatas auto-ajustables”, dice Ritter. “Dicho esquí es formado por módulos de 4 m, viabilizando la configuración de 6 m o de 9 m, lo que permite mayor precisión en la nivelación”. Él destaca que ese tipo de tecnología posibilita mayor precisión y planicidad en la pavimentación, y permite corregir, también, imperfecciones de la base del pavimento.

El experto explica que hay tres tecnologías de nivelación. La más básica consiste en el acoplamiento de un sensor mecánico que controla el ángulo de la mesa, según la nivelación deseada para el carril. “Más avanzados, y también populares en Brasil, son los sistemas ultra-sónicos, que ofrecen compensación no solamente de la nivelación longitudinal, pero también del transversal”, detalla, y recuerda que todavía existen los sistemas de nivelación por laser, utilizados en pavimentaciones de alta precisión, como pistas de aeropuertos y autódromos.