Una tradición arraigada

Categoría de 21 t mantiene su importancia a la hora de responder por cerca de 50% del mercado, pudiendo contar con la participación aumentada con eventual recalentamiento en los próximos años

En un escenario de creciente selectividad en la renovación de las flotas, algunos factores han demostrado ser determinantes para el mercado nacional de excavadoras hidráulicas sobre orugas, en especial en la hora de la elección del tipo y del tamaño de estos equipos fundamentales para la construcción.

Entre los factores preponderantes tomados en cuenta por los compradores, es posible poner en destaque cuestiones que se relacionan directamente al delicado momento económico vivido por el país, pero también a la necesidad de optar por modelos más versátiles y características técnicas que mejor se adapten a las exigencias de las obras y aplicaciones.

El tamaño del equipo, por ejemplo, es un elemento que prácticamente determina el tipo de aplicación a que se destina. Gerente regional de ventas de LBX de Brasil, Gustavo Totina confirma que el tamaño medio más utilizado en el mercado brasileño sigue siendo el de 21 t, que en realidad puede variar entre 20 t 23 t, siendo visto en el país como una especie de "para múltiples tareas". "A pesar de los cambios por los que pasamos, nuestro mercado aún no tiene la cultura de emplear el modelo correcto para cada tipo de trabajo a ser realizado”, afirma.

Pero, según Totina, hay buenas razones para ello. Después de todo, los compradores encuentran en el equipo de 21 t un producto multitarea, capaz de satisfacer a las principales demandas en el campo, sin comprometer mucho el transporte. "Sin embargo, los países con las tecnologías más avanzadas ofrecen una amplia gama de tamaños, configuraciones y herramientas de trabajo, que aún no son bien conocidos en Brasil", señala el ejecutivo.

Sin embargo, dice, con el avance de la modernización tecnológica y las exigencias crecientes de las obras, una adecuación a lo largo plazo será inevitable. En este sentido, uno de los argumentos enumerados por el representante de LBX del Brasil es que, "al utilizar el equipo de tamaño correcto para cada tipo de trabajo, se obtiene mejor rendimiento y se perfeccionan tanto el tiempo de realización en cuanto a la calidad del trabajo”.

Asimismo, de acuerdo com Totina, LBX de Brasil trae para el país, la práctica del mercado estadounidense, en el cual la utilización del equipo adecuado para la obra es cultural, y hasta una necesidad. "Con el perfeccionamiento del mercado brasileño, este cambio de cultura en relación a los gastos y aplicaciones de los equipos será algo natural", subraya.

Tal opinión es corroborada por Rafael Ricciardi, especialista de marketing de producto para América Latina de New Holland Construction. Según él, ya hay una tendencia de migración para tamaños por encima y por debajo de las convencionales 21 t: "En las grandes obras, como la construcción de embalses, duplicación de carreteras, canteras y minería, y cada vez más están siendo apreciados el rendimiento y la relación coste/beneficio de las excavadoras de mayor tamaño", afirma. "Por otro lado, las excavadoras más pequeñas están ganando espacio en el mercado de alquiler, gracias a la facilidad en la logística de transporte de estos equipos, además de la delimitación de espacio en algunas operaciones.”

CONVENCIONAL

Antes de eso, sin embargo, una verdadera tradición tendrá que ser puesta a prueba. Es lo que Ricciardi sugiere al explicar que, desde la década de 1970, cuando el uso de excavadoras hidráulicas se "popularizó" en Brasil, hubo una fuerte migración a las máquinas de 21 t, que ocuparon la franja de uso más importante en los años y décadas siguientes. Esta participación de mercado, según él, ha superado los 65%, debido a factores como "el costo de adquisición, operación y productividad". "En 1973, el entonces FiatAllis [que se convertiría en la New Holland] fue la marca responsable de poner a disposición en el país la primera excavadora hidráulica producida localmente", resalta Ricciardi, refiriéndose al modelo S90, que tenía un peso operativo de 17 t. Cuarenta años después, con el aumento exponencial de la demanda nacional por excavadoras ocurrido entre 2010 y 2013, "se ha producido la migración por parte de la demanda para la gama de los equipos superiores, entre el 23 y el 25 t, de fácil adquisición en aquellos años”.

En los últimos dos años, el escenario ha cambiado. El especialista destaca que, por el contrario, la caída sustancial de la demanda llevó a una tendencia de movimiento del mercado para las máquinas de menor tamaño, en los rangos de 13 t-17 t, cuyo costo de adquisición se mostró más favorable. "Sin embargo, el rango de 21 t aún mantiene su importancia, en la medida en que responde por cerca del 50% del mercado y podrá tener una participación creciente, en función de un posible recalentamiento del mercado en los próximos años", señaló.