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¿Llegamos al fondo?

Con la demanda de equipos retrocediendo en casi una década, el año de 2016 acabó marcado por las expectativas frustradas, pero la buena noticia es que la curva puede finalmente invertir

Poco a poco, se ha convertido en más o menos claro que el Estudio de Sobratema del Mercado Brasileño de Equipos para la Construcción 2016 - consolidado cada año en octubre y publicado en noviembre - podría revelar un mercado significativamente menor que en el año 2016, en comparación con el año anterior.

Seguramente, la caída sería mucho mayor que el previsto en el Estudio de 2015, alrededor de un 4%. Y, de hecho, las ventas de equipos de la Línea Amarilla cayeron un 36% en el año. Después de una caída de 50% en 2015, esto ha llevado al sector a un nivel similar al de 2006 (el Estudio de Sobratema fue lanzado en 2007, pero se hizo una estimación retroactiva del mercado de 2006, apuntando a un volumen de alrededor de 8.070 unidades). O sea, el sector retrocedera una década en 2016.

En la categoría de la "Línea Amarilla", las mayores caídas en el año se dieron en las familias como rodillos compactadores - sin duda un reflejo de la casi desaparición de las inversiones públicas en carreteras - y camiones fuera de carretera, una categoría en la cual las tasas de crecimiento están siempre sujetas a la volatilidad, debido a los pequeños volúmenes involucrados, sino que también sintió la reducción de las inversiones en el sector de la minería.

Las tres encuestas llevadas a cabo a lo largo del año por el Grupo de Dealers (en marzo, julio y octubre) siempre indagaba sobre los sectores con variaciones más pronunciadas en la demanda. Y las respuestas, en general, no cambiaban: mayor retracción de la infraestructura, obras viales, pavimentación, arrendamiento y minería; menor retracción en la agricultura y forestal , además de - para algunos participantes - pequeñas empresas de alquiler.

En el bloque de los “otros equipos” incluidos en el Estudio de Mercado, la caída acumulada en el año 2016 fue aún mayor, alcanzando el 63%. Pero aquí es importante tener en cuenta que se trata de un grupo un tanto heterogéneo, con controladores diferentes  para varios equipos.

La caída en el volumen de camiones por carretera demandados por el sector de la construcción también fue fuerte - de 52%. Importante recordar que, en este aspecto, la Sobratema hace una estimación del número de equipos demandados por el sector, basado en emplacamento de camiones de volteo sobre el chasis, en la composición de las flotas de las empresas constructoras y las ventas de camiones hormigoneras.

Del mismo modo, la cantidad de tractores de neumáticos demandados por el sector también es una estimación, relacionada en el caso de la variación de la demanda por rodillos compactadores. En síntesis, si se suman “Línea Amarilla”, “otros equipos” y “camiones de carretera” demandados por el sector, la caída acumulada en el año 2016 fue de 45%.

Es bueno destacar que desde el año 2015, el Estudio de Sobratema también viene acompañando a los equipos de hormigonado. Sin embargo, el volumen de camiones hormigoneras que aparece en este grupo ya fue incluido en el elemento “camiones de carretera”. O sea, no puede ser sumado.

El desempeño del sector en 2016 volvió a los niveles, al menos en la Línea Amarilla, de diez años atrás. Ya la caída mucho mayor ocurrida en los demás equipos refleja principalmente la estimación de los camiones de carretera demandados por el sector.

Para evaluar el impacto regional de la crisis en el sector, se ha hecho un ejercicio junto a un Grupo de Dealers comparando las ventas de las empresas en los primeros semestres de 2015 y 2016, distribuidas en las cinco regiones del país. En este sentido, es importante observar que, aunque el grupo en sí tenga representatividad dentro del mercado brasileño, la mayoría de las empresas, de forma individual, comercializa sus productos en regiones específicas. Además, no todas las empresas participantes cuentan con sistemas de control que permitan la distribución de las ventas entre las regiones utilizadas.

A primera vista, podemos decir que la distribución nacional de las ventas se ha mantenido esencialmente igual de 2015 para 2016. Sin embargo, la caída proporcional en el Noreste fue fuerte. En un mercado en caída, su participación en la torta nacional se ha reducido en casi un tercio.

EXPECTATIVAS

Vuelta a la página, la hora es de diseñar el futuro. La expectativa para el año 2017 es para una ligera recuperación, con un crecimiento de 6,6% en la Línea Amarilla. Si se suman los demás equipos (en que algunas categorías tienen perspectivas de crecimiento mucho más altas que otras) y aun de camiones por carretera demandados por el sector, tenemos una expectativa para el año de 7,8% de crecimiento. Así, las ventas en estos dos grupos serían de 9.225 y 15.505 unidades, respectivamente.

Es necesario recordar que las previsiones reflejan esencialmente la visión de los fabricantes. Sus clientes, las empresas que compran los equipos, también se mostraron optimistas, pero no mucho. En cuanto a las expectativas de las constructoras y empresas de alquiler encuestadas por Sobratema en octubre de 2016, correspondientes al año siguiente, el sondeo fue realizado en tres puntos: la economía brasileña en general, el sector de la construcción y de las propias empresas.

En los resultados, aparece relativamente más optimismo en cuanto al desempeño de la economía en 2017 que al sector en sí. Pero el marco trae un sesgo muy claro. Hay aún más acentuada incertidumbre en términos de "cuando" las cosas deben empezar a mejorar. Que 2016 marcó el fondo del pozo, esto parece bastante claro, incluso de las opiniones de las empresas registradas en la encuesta. Igualmente clara es la cautela en cuanto al timing y a la velocidad de una eventual reanudación. “A pesar del optimismo con relación a la economía en 2017, el sector de la construcción no verá mejoras palpables antes del segundo semestre del año”, evaluó una empresa de alquiler de gran porte, en octubre de 2016. “El problema es que la duración de la crisis ha pasado del límite aceptable y el daño para las constructoras y empresas de la cadena de proveedores es casi irreparable. Esto hizo que buena parte del mercado no sobreviviera hasta el momento, mientras que la otra parte no sobrevivirá hasta el segundo semestre de 2017.”

Al mismo tiempo, una encuesta con el Grupo de Dealers referente al estado del sector de la construcción en 2017 indicaba un equilibrio entre el “pesimismo” y “optimismo”. Sin embargo, había más optimismo en relación al potencial de rendimiento de las propias empresas. Dicho esto, la mayoría de las mismas empresas indagadas en octubre de 2016 sobre un probable horizonte para la recuperación del mercado de equipos de construcción optó por citar el segundo semestre de 2017, o hasta 2018.

“La expectativa pesimista para 2017 se debe a la perspectiva todavía negativa en el área política (mejorando un poco post-impeachment, pero todavía muy confusa) y en el área económica (donde medidas difíciles tendrán que ser tomadas y con efectos en el mediano plazo)", opinava en octubre un dealer con experiencia en varios estados del Sureste y Centro-Oeste. “También vale la pena recordar una predicción del ex-ministro Maílson da Nóbrega, realizada en el evento Tendencias en el Mercado de la Construcción de 2015, y que al parecer se va configurando como correcta: la recuperación puede comenzar solamente en 2018.”

A su vez, otro dealer con experiencia más al Sur del país alertaba de que “el mercado aún espera por una impulsión del nuevo Gobierno Federal en cuanto a las acciones de las asignaciones para obras públicas, concesiones y privatizaciones”. Y esto todavía es válido hasta el momento.