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Ahora es la hora

El sector se prepara para entrar definitivamente en el área del MAR-I, válido a partir de enero de 2017 para equipos de construcción de todos los rangos de monitoreo

Brasil está en la vanguardia en la implementación de programas de control de emisiones de contaminantes en equipos de construcción y agrícolas en Latinoamérica. Parece exagero, pero en medio a una vecindad contaminante y ruidosa, esa es la real condición del mercado local en ese importante ámbito a la sostenibilidad.

Primer país de la región a reglamentar tales equipos, Brasil salió en la frente una vez más, como había hecho en el pasado reciente, cuando implantó el Programa de Control de Contaminantes del Aire por Vehículos Automotores (Proconve 7) para camiones y ómnibus, en enero de 2012, norma equivalente a la Euro 5, aun vigente en Europa. Creada en 2011, Proconve MAR-I es la primera fase del programa aplicable específicamente a las máquinas agrícolas y viales. Y, como su predecesora para vehículos comerciales de transporte, define limites de emisiones de gases contaminantes, tales como monóxido de carbono (CO), hidrocarbonatos (HC), óxidos de nitrógeno (NOx) y material en partículas (MP). La idea es reducir significativamente la difusión en el aire de estos componentes que, según el propio Conama (Consejo Nacional del Medio Ambiente), puede llegar a un 85% de materiales en partículas y hasta 75% de NOx.

En la práctica, los fabricantes están ya en su mayoría, plenamente adecuados a la legislación que, aunque tenga sido presentada en 2011, solo pasó a vigorar en 2015, con la regla con validad inicialmente para máquinas destinadas a la construcción lanzadas a partir de aquello ano, con potencia de 37 kW (50 cv) hasta 560 kW (761 cv). En enero de 2017, serán incluidos allí todos los modelos con potencias a partir de 19 kW (25 cv). Para equipos agrícolas los cambios siguen otra escala, empezándose en 2017 con los motores de 75 kW (101 cv) a 560 kW (761 cv), continuando en 2019 con los propulsores menores, de 19 kW (25 cv) a 75 kW(101 cv).

A lo que consta, Cummins fue el primer fabricante a presentar un producto a los parámetros del MAR-I, en virtud de su presencia en diversos mercados, incluyendo europeos y estadunidenses. Es lo que explica Suellen Gaeta, gerente de certificación del producto y emisión compliance del fabricante. “Como teníamos las líneas desarrolladas y homologadas en esas regiones, el proceso aquí en Brasil fue bastante simplificado para nuestra ingeniería”, comenta. “Por eso, gracias al hecho de eses productos estar disponibles en estos locales en los cuales actuamos, ya en 2010 introducimos en el mercado de Sudamérica nuestros motores para los segmentos agrícola y de construcción que cumplen con los niveles exigidos por el MAR-I.”

A propósito, Cummins ofrece en el país las familias QSB, QSC y QSL, todas dentro de los rigores de la ley, con pequeños cambios en las curvas de torque y performance, de acuerdo con la aplicación final del producto – agrícola o de construcción.

SINERGIA GLOBAL

John Deere, por su turno, aportó por aquí con su división de construcción en 2012, trayendo en el bagaje tecnologías dentro de los parámetros de emisiones que podrían ser exigidos solo después de tres anos, una vez que en su país de origen, los Estados Unidos, los mismos valores son ya exigidos hace mucho tiempo.

Para Roberto Marques, director de ventas de la división de construcción y forestal de John Deere, esta sinergia global se reflete en facilidades adaptativas a la operación local. “Ciertamente, la integración tecnológica auxilia en el proceso”, evalúa. “La existencia de regulaciones aun más restrictivas en otros países y los años de experiencia comercializando motores que aseguran niveles de emisiones equivalentes al MAR-I nos permiten una rápida acomodación de los nuevos motores en nuestras líneas, reduciendo el ciclo de desarrollo.”

Evidentemente, esta misma condición está presente en buena parte de los fabricantes actuantes en el mercado brasileño, como es también el caso de New Holland CE, cuyo portafolio está ya adecuado a la legislación en un 90%. “Las adecuaciones en los demás 10% fueron concluidas más recientemente, en complemento a los lanzamientos hechos en 2015, como las excavadoras hidráulicas E215C y E245 ME, el tractor de cintas D180C y las excavadoras de rodas WE190B PRO”, puntúa Paula Araújo, gerente de producto de la marca. La ejecutiva agrega que, además de las cabinas ROPS/FOPS dentro de los estándares europeos de seguridad y de ruido – siempre superiores a los brasileños, como se puede esperar –, los equipos recibieron otras mejoras. “La trasmisión powershift, por ejemplo, con un único selector de marchas y cambios más suaves, garantiza reducción de consumo y aumento de hasta un 14% en productividad en la comparación con el modelo anterior de la pala de carga, la 12D”, dice ella.

A ejemplo de New Holland CE, la Case CE también dispone de un portafolio con un 90% de los equipos encuadrados en los rigores de la nueva ley, y garantiza que hasta enero de 2017 estará con todo listo. Según Carlos França, gerente de marketing del fabricante, de entre las líneas de productos de la compañía que ya cumplen con las determinaciones están desde mini excavadoras y moto niveladoras a retro excavadoras de gran porte. “Es importante recordar que Brasil empezó a establecer límites de contaminantes un poco más tarde en relación a la Europa y Estados Unidos”, pondera. “Pero también es verdad que fue el primer país en Latinoamérica a hacer algo relacionado, saltando directamente al Tier 3.”

Hace aproximadamente cinco anos, Case trajo para el país los primeros productos equipados con eses motores. En la actualidad, la fabricante se muestra absolutamente tranquila con el cambio de tecnologías, lo que queda patente en las palabras de França: “Nuestros clientes están ya plenamente familiarizados con las máquinas certificadas en Tier 3”, afirma. “Hicimos una transición suave, sin impacto en las ventas o en el portafolio de productos.”